Desde hace ya unos
meses (y sobre todo en estas últimas semanas) una serie de entidades,
sindicatos y partidos organizan marchas y manifestaciones en contra del poder
establecido.
Los últimos tiempos
no están siendo buenos para el pueblo y se recrudecen los ataques contra el
gobierno y el sistema. Sorprende en grado sumo el hecho de que la mayoría de
estas acciones sean protagonizadas por grupos englobados dentro del amplio
espectro de la izquierda. Decía el fallecido Mingote en una de sus geniales
viñetas que “el pueblo está esperando a que haya un gobierno de derechas para
manifestarse”. Parodiaba así la actitud de una izquierda que consentía los
desmanes de los suyos en el poder pero que iba a criticar cualquier acción del
previsible siguiente gobierno, del Partido Popular.
Por una serie de
razones que aquí no voy a comentar, la actuación del PP resulta difícil de
clasificar dentro de la derecha. La verdadera derecha española está
comprometida con el pueblo. No es esa derecha burguesa que nos venden los
falsos historiadores. Es la derecha que abarca todos los ámbitos de la
sociedad. Cuando uno piensa en derecha muchas veces no enfoca hacia el pequeño ganadero de Trasmiera que cree en
unas virtudes sólidas, ni en el humilde obrero tradicionalista que conoce y
defiende la doctrina social de la Iglesia. Pero ellos también forman parte de
la derecha. Es esta una derecha, desde luego, alejada de los apelativos que
utilizan los ignorantes (véase fascista, extrema, violenta, etc.)
Que hoy en día
muchos hayan renunciado a esa derecha y recurran al eufemismo “centro” es una
prueba de que “derecha” se ha convertido en un término descalificativo para
algunos. Quienes se definen de “centro” por miedo o tibieza desconocen
profundamente la historia de la derecha española y no les necesitamos en el
lado de los valientes.
La derecha de
verdad no sólo es técnica (tecnócrata que se dice), sino heredera de los
valores que construyeron España. Llega un momento en el que todos se dan cuenta
de que la sociedad ha caído en el materialismo, la avaricia y la codicia. Y ahí
es donde aparece la derecha de verdad, que podría decir justamente “esto ya lo
avisamos nosotros”, pero que no sólo critica, sino que tiende un brazo a los
españoles para levantarlos y sacarlos del pozo.
Esta derecha que se
propone para Santander no es una derecha acomodada ni propone un camino fácil.
Durante mucho tiempo ha sido difícil criticar la situación cuando todo parecía
favorable, pero la derecha de verdad se encargó de difundir a los cuatro
vientos lo que estaba mal. Quienes vivían en la bonanza, hablan ya de crisis
económica y moral. Las cosas se dicen cuando hay que decirlas. Ahora, mientras
algunos lloran como mujeres lo que no supieron defender como hombres, se hacen
necesarias soluciones de verdad. Los remiendos sin importancia quedan del lado
del Partido Popular, pues la derecha seria tiene propuestas bien distintas. Es
necesario un plan coherente y adaptado a los nuevos tiempos, y ese plan existe.
Si alguien no me cree le animo a que consulte el ideario que defiende
Alternativa Española en Santander.
Pero para que la
derecha de verdad funcione, y sobre todo en Santander, hace falta unión.
Va siendo hora de que todos pongamos manos a la obra y no dejemos solos a los que se están dejando la piel por las ideas en las que creemos.
Va siendo hora de que todos pongamos manos a la obra y no dejemos solos a los que se están dejando la piel por las ideas en las que creemos.
3 comentarios:
"Prefiero la bala marxista a la palmadita derechoide, pues es cien veces mejor morir de bala que morir de náuseas”... Jose Antonio
Por eso nos dejan salir en lo medios. Nos adulan en privado y nos ignoran, en el mejor de los casos, cuando no nos marginan o censuran en público. Pero eso son los grupos de interés, los grandes lobbys de la "derecha" (partidos políticos convertidos en casta parasitaria,asociaciones empresariales, grupos editoriales, etc) no lo que sociologicamente se viene a denominar la derecha social que es el catolico y patriota de base. Tampoco debemos renunciar a conquistar al izquierdista de base, obrero, patriota y bien intencionado con un acercamiento a la politica social y de preferencia nacional.
Mario Conde ¿que grado de masón tiene?
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